24 diciembre, 2009
FELIZ NAVIDAD
DESEAMOS A TODOS NUESTROS VISITANTES, QUE ESTA NOCHE BUENA SE ENCUENTRE COBIJADA POR MUCHO AMOR FAMILIAR, PERO SOBRE TODO DE SALUD Y BENDICIONES DEL NIÑO JESUS, A QUIEN RECORDAMOS SU NACIMIENTO Y OBRA, EN ESTE, Y LOS DEMÁS DIAS DEL AÑO.......¡¡FELIZ NAVIDAD!! NAVIDAD tomado de un correo enviado hasta nuestra redacción La Navidad no es un día ni una estación, sino una condición del corazón y de la mente Esta época está llena de tradición. La definición del verdadero espíritu de la Navidad: "Es un deseo de sacrificarse por los demás, de brindar servicio y de poseer un sentimiento universal de hermandad. Consiste en la disposición para olvidar lo que has hecho por la gente y recordar únicamente lo que has hecho por ser mejor; es olvidar lo que el mundo te debe y pensar sólo en tus deberes desde un punto medio, y en la ocasión de obrar bien y de ayudar al prójimo desde un primer plano; consiste en ver que el prójimo es tan bueno como tú y tratar de mirar más allá del rostro, en el corazón, y en cerrar tu libro de quejas contra el universo y buscar un lugar donde sembrar las semillas de la felicidad sin que nadie te vea". La Navidad es una época de mucho ajetreo. Las calles y las tiendas están repletas de gente con los preparativos de última hora. Aumenta el tránsito en las carreteras, los aeropuertos se abarrotan. La gente parece revivir con la música, las luces y las decoraciones festivas. Una escritora ha dicho: "De todas las festividades, ninguna (como la de la Navidad) penetra tanto el corazón humano ni inspira sentimientos más sublimes. Los pensamientos, los recuerdos, las esperanzas y las tradiciones ligadas a ella se vinculan colectivamente a la antigüedad y a la nacionalidad, e individualmente a la infancia y a la vejez. Abarca los aspectos religioso, social y patriótico de nuestra naturaleza. Las estrellas, las esferas y luces multicolores se entrelazan entre las ramas de los pinos, en los nacimientos; la costumbre de hacer regalos a las personas que se quieren, la presencia del árbol de Navidad, la sentada del niño Jesús, la espera de la llegada de Santa Claus, todo ello hace de la Navidad la festividad más anhelada, la más universal y, desde cualquier punto de vista, la más sentimental para el hombre". Es una época gloriosa, simple en su origen y profundo en significado. Es rica en recuerdos, en espíritu caritativo y hermosa en costumbres y tradiciones. Tiene una atracción en la cual nuestros corazones sin objeción se sumergen. Lo más asombroso del relato es su relevancia. Encaja en cualquier edad y en cualquier fase de la vida. No es un simple cuento encantador que se relata una vez; antes bien, es eternamente actual. Es la voz que clama en todo desierto. Tiene tanto sentido para nosotros como lo tuvo aquella noche tiempo ha cuando los pastores siguieron la luz de la estrella hasta el pesebre de Belén. Si desean buscar el verdadero espíritu de la Navidad y participar de su dulzura, permítanme hacerles la siguiente sugerencia. Durante el ajetreo de las fiestas, aparten un tiempo para volver su corazón a Dios. Tal vez en las horas de quietud, en un lugar tranquilo y arrodillados (a solas o acompañados de sus seres queridos), den gracias por todo lo bueno que hayan recibido y pidan que su espíritu more con ustedes al esforzarse con denuedo por servirle y guardar sus mandamientos. Él los llevará de la mano y cumplirá sus promesas. Al hacerlo, el espíritu de la Navidad llenara nuestros corazones. Recuperemos los verdaderos valores humanos: Que lejos del dinero, prestigio o poder, son el darse a los demás, el ayudar, el compartir, el comprender, la generosidad, el olvidarse de uno mismo. La Navidad es el momento. Un abrazo.