15 junio, 2010

Las campañas polìticas; Babel, pero al revès...

POR JUAN CARLOS GOMEZ ARANDA Las campañas políticas: Babel, pero al revés Juan Carlos Gómez Aranda jcgomez@gcya.net Como no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, hoy estamos a menos de 20 días de la jornada electoral del 4 de julio en 14 estados de la República. Como se esperaba, algunas campañas se encuentran involucradas en verdaderos escándalos y ninguna es la excepción en materia de estridencias. Las buenas propuestas son garbanzo de a libra. Todo en medio de temas que entretienen o preocupan al respetable: el Mundial de Futbol y las estadísticas del combate al crimen organizado. Pero la lista de los asuntos públicos relevantes es más amplia: la Corte discute sobre el caso de la Guardería ABC de Sonora, continúa el derrame de petróleo en el Golfo de México y no se sabe cuál será la próxima agresión de la Patrulla Fronteriza en el norte que detone la violencia, que a nadie conviene. Mientras tanto, si nos atenemos a lo que dicen las encuestas y los medios de comunicación, los resultados preliminares muestran que el PRI tiene una amplia posibilidad de triunfar en ocho de las 12 entidades en las cuales se realizarán elecciones para Gobernador: Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas. Sin embargo, al interior del PAN existe optimismo porque tienen datos que muestran que están creciendo en Zacatecas, Chihuahua e Hidalgo. En el caso de Chihuahua, confían ganar Ciudad Juárez lo mismo que la capital de Durango. Zacatecas es un caso atípico, pues hasta mayo la disputa parecía ser entre PRI y PRD. Sin embargo, encuestas de esta semana muestran que la verdadera batalla se está dando entre el PAN y el tricolor, mientras el PRD se coloca en un lejano tercer lugar y el PT queda a la zaga, pero ganando terreno. Podemos creer o no en las encuestas, pero conviene observar los movimientos políticos pues confirman el grado de preocupación de algunos partidos. En este sentido, se supo de los esfuerzos de los líderes del DIA durante el fin de semana para tratar de convencer a la familia Monreal de unirse al candidato perredista. En Sinaloa y Puebla, el tricolor también supera a sus opositores, donde van aliados el PAN y el PRD, pero la diferencia según algunos analistas no parece ser aún definitiva. Mientras que en Oaxaca y Tlaxcala hay un reducido margen de ventaja del PRI en lo que podría considerarse un “empate técnico”. Considerando los resultados de las encuestas, el PRD no obtendría ningún triunfo en las elecciones para Gobernador, a menos que en Oaxaca cambien las cosas para el PRI; pero resulta que el propio candidato del PAN-PRD-PT-Convergencia ya anticipa con pesimismo que la elección será “cerrada” y terminará en los tribunales. Quintana Roo se cocina aparte, pues nunca en la historia electoral de nuestro país un candidato a Gobernador en plena campaña había sido detenido para enfrentar un proceso penal. En este caso la alianza opositora se verá obligada a cambiar de candidato a la mitad del río con resultados previsibles. Mientras, al PRI lo alcanza la tragedia por el accidente donde perdieron la vida el domingo pasado un grupo de colaboradores del candidato a la gubernatura. Lo que también es predecible, son las enseñanzas que nos dejan estas elecciones locales con discursos similares: todos los candidatos y partidos se quejan de injerencia de Gobernadores de otras entidades en su territorio, pero todos lo hacen. Todos se quejan de inclinaciones indebidas de los órganos electorales locales, descalifican las encuestas que nos les favorecen, denuncian la utilización de recursos públicos y, sobre todo, del aprovechamiento de los programas sociales gubernamentales. Todos ven la paja en el ojo ajeno y todos los partidos incluyeron en sus campañas a personajes cuestionables; como es el caso de Oaxaca donde “lindas” personas como Flavio y Juanito con gran empeño ponen su grano de arena para desalentar a los votantes. Y después de la elección, independientemente de quienes resulten ganadores, todos se quejarán de lo mismo: imposición de gobernantes para cuidar las espaldas de los que concluyen, acarreo de electores, “secuestro” de militantes, favoritismo de los árbitros electorales, utilización del erario público, condicionamiento de apoyos oficiales y entrega de dinero el día de la jornada. Conoceremos de los nuevos métodos para conseguir el voto y nos sorprenderán, si es que aún nos queda capacidad de asombro. No hay duda que nuestra democracia electoral se encuentra en construcción y hay mucho por hacer desde el sistema de partidos, la academia y, principalmente, desde el Poder Legislativo, para conseguir que los ciudadanos tengan interés, confianza y libertad para sufragar. Por lo pronto y si escuchamos los discursos y denuncias, resulta que las campañas son una nueva Babel pero al revés, porque en ellas todos dicen lo mismo y hablan idéntico lenguaje.