13 julio, 2010

Vuelta a la página electoral....

Vuelta a la página electoral
Por: Juan Carlos Gómez Aranda


Entregadas las constancias de mayoría, a partir de ayer inició el proceso legal para presentar ante los tribunales electorales las impugnaciones por parte de los descontentos de la jornada del 4 de julio. Escucharemos andanadas de descalificaciones reciprocas pero, al mismo tiempo, inicia una etapa nueva para las relaciones políticas entre los partidos y de éstos con los gobiernos locales y, sobre todo, con el Federal.

El Presidente Calderón redoblará sus esfuerzos para conseguir pronto un diálogo con los partidos para discutir el cambio de estrategia en seguridad. Para lograrlo, tendrá como primer paso el relevo del interlocutor, sustituyendo al Secretario de Gobernación por alguien con ánimos nuevos y su confianza plena, para navegar en las procelosas aguas del futuro inmediato del país.

Seguramente será esta misma semana cuando el Presidente haga ajustes a su equipo de trabajo al más alto nivel, para prevenir la maquinaria con miras al último tercio de su mandato.

Al mismo tiempo, los partidos políticos continúan revisando aciertos y errores, para no cometer las mismas fallas en el proceso que viene y que incluye la elección de los Gobernadores de Baja California Sur, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Nayarit y la más visible ahora que es la del Estado de México.

El PAN y el PRD continuarán haciendo las alianzas, que tan buenos dividendos les dejó este año, en el que rompieron algunas percepciones como la de los triunfos inevitables del PRI.

Sin embargo para la alianza, que en su momento dividió al Gabinete calderonista, el año venidero no será un día de campo porque se enfrentarán a un priismo que ha triunfado recientemente como el del Estado de México, que en 2009 obtuvo 97 de los 125 municipios en disputa, con el apoyo de la coalición que hizo con el PVEM y el PSD. Lo mismo en Coahuila y Guerrero, donde en este último reconquistaron al estratégico Acapulco.
En política la aritmética no es un factor determinante, pues no siempre dos más dos suma cuatro –con el perdón de mis maestros de Matemáticas- y cada elección es diferente.

Por ello, los dirigentes partidarios tendrán que revisar la estrategia y analizar si las barajas de opciones con las que actualmente cuentan son suficientes o el sentido común les aconseja ampliarlas.
Las alianzas que en el reciente proceso se mostraron exitosas, no se darán automáticamente ni por el solo deseo de sus promotores. Por ejemplo, en el Estado de México la idiosincrasia regional, la presencia de destacados miembros de los partidos de oposición originarios de la entidad y la opinión de Andrés Manuel, si es que hay alguien en la dirigencia del PRD que le haga caso, dificultarán también la conformación de la alianza PAN-PRD; pues ya se escuchan voces que reclaman que ahora es al PAN al que le corresponde apoyar a un candidato de extracción perredista y proponen nombres: Alejandro Encinas, Horacio Duarte y otros personajes que ya hacen calistenia política.
Pero el PAN tiene lo suyo con Luis Felipe Bravo Mena y Josefina Vázquez Mota. Mientras que el PRI cuenta con Ernesto Nemer, Luis Videgaray, Alfredo del Mazo Maza, María Elena Barrera, Eruviel Avila, Ricardo Aguilar Castillo, Enrique Jacob y el mismísimo César Camacho.
Sin descartar que la estrategia de Manuel Camacho se centre en cooptar a algún priista excluido, fórmula que ha tenido éxito.
De cualquier manera, los políticos de todos los estados participantes en la disputa político-electoral del año próximo que ya inició, se pertrechan porque el proceso que vivirán será muy escudriñado y requerirá de acuerdos locales y nacionales para que les resulte exitoso.
Mientras tanto, tienen tiempo de consultar a los priistas de Baja California sobre cómo le hicieron para ganar sin aspavientos la elección del domingo 4 de julio. ¿Será, simplemente porque escogieron a buenos candidatos?