06 julio, 2010

Y después de las elecciones del domingo... ¿qué sigue?

Juan Carlos Gómez Aranda



jcgomez@gcya.net

La jornada electoral del domingo pasado confirmó el largo listado de reproches conocidos que los partidos intercambiarían, y los indicios que los ciudadanos teníamos sobre lo que podía suceder. Pero también trajo varias sorpresas y dejó algunas enseñanzas.

Quienes siguieron los acontecimientos, gracias a las nuevas tecnologías, supieron en tiempo real que en algunos lugares se buscó burlar la ley y de otras travesuras de candidatos y partidos; pero también se enteraron que en todo el país prevaleció la tranquilidad y, en todo caso, con muestras de desdén de los electores por el proceso y hasta de manera aburrida como en Baja California y otros regiones.

A nadie tomó desprevenido que, sin excepción, los candidatos se declararan ganadores, apenas concluido el proceso, con el respaldo de supuestas informaciones propias, y acusaran a sus oponentes de prácticas al margen de la ley, ninguna novedosa por cierto. Tampoco fue noticia la resistencia de los derrotados a reconocer su circunstancia.

Las sorpresas empezaron cuando las encuestadoras tuvieron dificultades para definir favoritos en Puebla y Sinaloa, porque en el caso de Oaxaca ya se advertía la cerrada competencia desde que se colocó como la joya de la corona de esta elección.
Entrada la noche se despejaron estas incógnitas, pero se abrieron otras: Durango y Veracruz, que por la tarde del lunes si bien confirmaban la tendencia de triunfo priista mostraron la alta competencia de sus ex correligionarios, por causas distintas de explicar.

Ni duda cabe que las alianzas contra el PRI funcionaron y que, a pesar de que este partido ganó importantes bastiones opositores como Aguascalientes, Tlaxcala y Zacatecas, y conserva el mismo número de gubernaturas que lo confirma como la fuerza política más importante del país, existe en el alma de sus militantes un ánimo muy cercano a la derrota ante las altas expectativas de triunfo que tenían basadas en los resultados de las elecciones del año pasado.
Sin embargo, el gran perdedor de esta jornada resultó el PRD, por la derrota zacatecana y porque donde triunfó lo hizo con candidatos de los otros partidos, al menos en las gubernaturas, pues falta saber cómo queda el mapa de las principales ciudades y Congresos locales que darán una evaluación completa del proceso.

Cuando los órganos electorales estatales aún no cierran el cómputo ni declaran triunfadores, partidos y políticos ya están pensando en la siguiente elección: la del Estado de México, considerada la antesala del 2012 y donde –parafraseando a Fuenteovejuna- algunos ya tienen grito de batalla: “contra Peña, todos a uno”… y ya vimos que pueden, siempre y cuando los de enfrente se dejen porque cuentan con el nada nuevo recurso de la unidad y del método que asegure seleccionar al mejor prospecto, lo que parece obvio pero no lo es.

La elección deja varias enseñanzas: los Gobernadores que deciden en soledad la candidatura de sus sucesores no son imbatibles y el daño a la unidad interna de sus partidos es casi irremediable; un mal candidato difícilmente mejora durante la campaña de proselitismo; si los partidos y candidatos no definen lo que los hace distintos en materia ideológica y programática ante sus adversarios se hacen menos competitivos, y que cada elección es diferente, por lo que no hay que contar de manera anticipada con los votos del pasado por reciente que sea.


Y después de las elecciones del domingo… ¿qué sigue? Suponemos que el acto posterior debería de ser sencillo: los candidatos a cumplir sus promesas de campaña; las autoridades ganadoras y derrotadas a concluir a tambor batiente sus planes de desarrollo, así como obras en proceso y preparar cierres de administración inteligibles; los partidos a cuidar su unidad, hacer más política y apegarse a sus propios documentos internos para seleccionar a los mejores candidatos para las contiendas que vienen.

El cronómetro político del 2011 hace rato que empezó para la elección de Gobernadores en 6 estados y donde también se elegirán 311 Cabildos y 195 Diputados.

Mientras tanto, los ciudadanos desde ayer están trabajando sin las aflicciones que hoy perturban y apasionan a la sociedad política del país.