Tal como se tenía previsto, el cuarto informe presidencial estuvo como cualquier funeral, lleno de caras largas y de tristezas, pues la ceremonia de la entrega del documento con el estado que guarda la nación duro a penas dos minutos con 20 segundos en el palacio legislativo,
el Secretario de Gobernación Francisco Blake y los legisladores ni siquiera se sentaron en las sillas que estaban dispuestas para tal ocasión, llegaron de “entrada por salida” para no hacer olas ante el pleno legislativo, y también para evitar un desbordamiento de abucheos por todo lo que esta sucediendo en nuestra nación. No sabemos exactamente cuando fue que se rompió aquel ritual presidencialista del “día feriado”, y digo día feriado porque cada primero de septiembre se consideraba como el día del Presidente, donde los discursos eran interrumpidos decenas de veces por los aplausos; algunos dicen que fue un primero de septiembre de 1988 cuando el legislador Porfirio Muñoz Ledo le dio el garrotazo final a aquella vieja tradición, desde entonces los años siguientes, los informes presidenciales estuvieron saturados de desfiguros de variadas dimensiones, y no hubo más remedio que cancelar las personalísimas presentaciones del “jefe de la nación” y entregar por escrito los documentos correspondientes porque la situación en San Lázaro se volvió insoportable; quien no recuerda que a Vicente Fox lo abuchearon desde su toma de posesión hasta su penúltimo informe en el que le gritaron Pinocho, y de que el último ni siquiera le permitieron leerlo, motivo por el cual se modificó el artículo 69 de la Constitución y a partir de ahí el Presidente solo tiene que entregar el informe por escrito al Congreso. Felipe Calderón entregó personalmente su primer informe, el segundo lo mando con el finado Juan Camilo Muriño, el tercero y cuarto con quienes siguieron manejando la política interna del país, y quien sabe si el V y VI se lo vayan a seguir recibiendo a través de sus mensajeros. Es claro que en un país que se debate en un baño de sangre, resulta difícil persuadir a sus pobladores de que vamos por buen camino a través de puro discurso demagógico, a la gente le enoja que una cosa le digan de parte de las autoridades, y otra sea la que observa en la realidad, el reciente informe presidencial presume la captura de siete capos del crimen organizado, pero no enfatiza el costo que hemos tenido que pagar por tales detenciones, ni lo que todavía nos falta por cubrir, se tiene la percepción que en este asunto se esta tratando de ocultar lo evidente, de que las cosas no están bien, y de que como dijera la canción “ni siquiera tenemos rumbo fijo ni dirección”, y tampoco la esperanza que con los informes presidenciales escritos vayamos a cambiar la situación. Afortunadamente en los municipios todavía hay chance de hacer de manera pública y personalísima los informes de gobiernos locales, pero seguramente ya no falta mucho para que también los alcaldes envíen sus informes por escrito a la sesión de cabildo correspondiente, pues con eso de que los brotes de inconformidad social se vienen extendiendo por todos lados, no se puede descartar que las modificaciones a la Constitución alcancen también a las leyes orgánicas municipales…¡puede ser, puede ser!...
COMENTARIOS AL VUELO
Luis Felipe Gordillo Alfonzo, Nuevo dirigente municipal de CNOP en Comitán |
La pregunta de hoy
¿Para cuando estarán programados los últimos informes de los actuales gobiernos municipales?
Nos leemos en la próxima www.identidad-politica.blogspot.com