05 febrero, 2014

ERA se reuné con las congregaciones sagradas, pero estas necesitarán mucha ayuda divina‏

Muy esperanzador resulta la reciente reunión entablada entre la Secretaría de Gobierno, Obispos y Pastores de Chiapas pues solamente de esta forma las sagradas congregaciones tendrán la oportunidad de analizar, debatir y proponer soluciones que permitan frenar la intolerancia religiosa aún manifiesta en las comunidades; el problema de la fe en las comunidades indígenas y algunas zonas de la geografía urbana se agudiza cada vez que se aproxima alguna festividad católica y también cuando la competencia por los fieles se pone más al rojo vivo, de tal forma que en los extremos se llega a la violencia y a las expulsiones de personas de sus comunidades provocando incertidumbre e inestabilidad en la sociedad que nos desenvolvemos; quizás hacía falta que los “altos líderes espirituales” junto con los mandos gubernamentales se decidieran agarrar al “toro por los cuernos” para explicar y hacer conciencia entre la feligresía sobre el respeto que se debe tener para cada forma de creencia a través de una herramienta; pero para que esta cultura de respeto y obediencia evolucione de manera positiva bajo la enseñanza escolar , tanto el gobierno como las congregaciones sagradas necesitarán mucha ayuda divina, sobre todo porque detrás de ellas vienen arreando otras con mayor peso fanático como el Islam que ante la crisis por la que atraviesan los servicios sacramentales de bautizo, primera comunión y matrimonio en el clero católico, ya asentó sus reales en los altos de Chiapas, el espectro de esta corriente tampoco se debe perder de vista ya que según algunos analistas y conocedores, dicen y comentan que algunos de sus “principios” violan el derecho fundamental de la persona humana como lo es la libertad religiosa; además su influencia en la entidad va creciendo y acrecentando en las zonas indígenas marginadas donde aún perdura “un poco” de ideología revolucionaria derivado de aquél levantamiento armado del 94, es por eso, que ojalá y los musulmanes indígenas de los altos también se incluyeran en la estrategia y de esta forma igualmente se pueda promover en sus aulas educativas el respeto a quienes se encuentran del otro lado de sus “dominios espirituales”, una tarea que a lo mejor se encuentra pendiente en la agenda de Eduardo Ramírez Aguilar quien en últimos días ha dado certeros y contundentes golpes al timón en su encomienda y responsabilidad de ofrecer resultados al gobierno de Manuel Velasco Coello, la cual, con todo y las marejadas ya parece tomar buen rumbo a un poco más de un año de gobierno. Bien dice el dicho que “después de la tormenta, viene la calma”, solo es cuestión de tiempo para lograr que los conflictos religiosos no sean el dolor de cabeza de cada gobernante. Ojala y así sea, no queremos que los propósitos espirituales terminen consumidos por las llamas del infierno.