09 octubre, 2014

Acontecimientos violentos en Guerrero sirva para poner barbas a remojar

A la par que el Presidente de la República Enrique Peña Nieto convocó a armonizar la seguridad pública de los estados y al mismo tiempo reconocer debilidad institucional en algunas partes del país, el Gobierno de Chiapas atajó paradas y se apartó de este “paquete” al pronunciarse por un México sin violencia, solidarizándose también con los hechos ocurridos en Guerrero el pasado 26 de septiembre, donde fueron violentamente atacados y asesinados jóvenes estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, así pues, compartiendo la misma línea federal, Chiapas pide que estos hechos indignantes sean esclarecidos y los asesinos atrapados. Pero no sólo el gobierno estatal ha levantado la voz por este caso, organizaciones políticas, el “Ejército Zapatista de Liberación Nacional”, Maestros y la sociedad civil se han manifestado desde todas las trincheras a su alcance, aunque las protestas no sólo han quedado en México porque las muestras de apoyo a los familiares de los estudiantes normalistas llegan también desde Bolivia, España y otras latitudes del planeta bajo mucha confusión pues no queda claro si los culpables fueron el “crimen organizado” o el mismo estado quien mandó a matar a esos jóvenes normalistas, más bien pudo haber sido una “mezcla” diabólica entre ambas “razones sociales” que tiene a México contra la pared revelando el grado de “contaminación” que padecen las estructuras de gobierno en todos sus niveles, ni los propios aparatos de inteligencia se salvan de ser culpables ya que éstos deberían tener bien informados al Secretario de Gobernación y al mismo Presidente de la República de lo que está pasando o puede pasar en cada uno de los rincones del país de acuerdo a sus fortalezas y debilidades, pero tal parece que de nada sirven las millonarias inversiones en equipos y personal de inteligencia que supuestamente deberían tener muy a la vista los asuntos de “seguridad nacional”, bajo este análisis razones sobran para pensar que nuestro país sigue desmoronándose, y no es que quisiera uno ser pesimista o ave de mala güero , pero al paso que vamos no falta mucho para que entremos en una etapa aún más crítica, en un callejón sin salida y sin esperanza para generaciones venideras, sin embargo aún es tiempo de darle vuelta a la página siempre y cuando pongamos todos nuestra respectiva parte, ¡y de manera urgente!, sobre todo los partidos políticos quienes deberían ser los primeros en establecer “filtros” en sus respectivos estatutos para que sus “financiamientos sean transparentes”; además en la elección de sus candidatos deben revisar cuando menos un perfil profesional, una trayectoria política, familiar y social lo más limpia posible, así como educación, buenos modales y otras virtudes que en un momento dado puedan garantizar el respeto al prójimo y a la sociedad que pretenda gobernar; de lo contrario cualquier hijo de vecino cae en la tentación de ser “autoridad”; queda claro que en esta tierra no existe ser humano perfecto, pero sorprende como los partidos políticos en ocasiones buscan al “más peor” para subirlo a la cabeza, es el caso del municipio de Guerrero donde el Presidente Municipal resultó ser un intelectual en la masacre y también en otros “enjuagues tenebrosos”, un reflejo más de la triste realidad que vive nuestro México. Hemos llegado bastante lejos en este asunto y sirva lo sucedido en Guerrero para poner las barbas a remojar.