El ex gobernador chiapaneco Roberto Albores Guillén tenía una deuda política con el arquitecto Alejandro Sánchez Crocker de casi una década de distancia, desde que lo sacó del PRI para hacerlo perder como candidato del PAN-PANAL por el año del 2007, (en ese episodio político terminó declinando a favor del PT), Hoy el Alejandro Sánchez Crocker revive en el plano político profesional y se anuncia como próximo director de Obras del ayuntamiento priísta de Comitán, será pieza clave y con la obligación de hacer brillar la obra pública en el gobierno de Mario Antonio Guillén Domínguez, pero sobre todo, de mantener el equilibrio con ingenieros, arquitectos y demás empresas constructoras quienes trienio tras trienio gritan que se les tome en cuenta en la contratación de obras que se realizan a nível municipal, ojalá que el arquitecto Alejandro Sánchez Crocker considere que la inversión en obra debe generar también un repunte en la economía del municipio, y que cuando menos un ochenta o un noventa por ciento de los proyectos, sean asignados a constructores locales, no es mucho pedir, además si el objetivo de beneficiar la economía local y el desarrollo de la infraestructura les sale bien, quien quita y el pago de la deuda política se extiende hasta el 2018, cuando Mario Fox ya vaya para afuera, es cuestión de tiempos y de circunstancias
