A los chiapanecos se nos ha negado el derecho de transitar libremente por los caminos y carreteras, estamos sujetos y sometidos al capricho de grupos fácticos y de otros intereses políticos frente a la inmovilidad gubernamental, con cualquier pretexto, estos grupos, nos estropean la vida pues los taponeos no solamente afecta el bolsillo y la seguridad de quienes tienen la necesidad de transportarse de un lugar a otro, sino también la industria turística, hotelera, transportista, etcétera, etcétera, provocando quiebras económicas y hasta humanas que denigran cualquier “lucha social”, llevamos más de mil días de gobierno sin tener respuesta efectiva e inmediata en este tema, la fuerza creciente de grupos que obstruyen pasos en el quehacer diario pareciera no tener límite mientras que la debilidad institucional sigue floreciendo al amparo de la corrupción, contra lo que pudiera pensarse, el gobierno da señales de no tener capacidad suficiente para imponer la voluntad general de forma legítima, los grupos y las organizaciones son las que imponen y mandan sobre todo y contra todo, lo más peor, sobre un Poder Judicial que en lugar de resolver conflictos y prevenir la violencia se derrota y arrodilla frente a intereses políticos enmascarados de inconformidad social. Muy lamentable que así vivamos los chiapanecos, sin paz, sin tranquilidad y sin poder transitar libremente por nuestros propios caminos.
