30 noviembre, 2010

La Estaca.....La casa perdió

LA CASA PERDIÓ…

Y muchas casas seguirán perdiendo-por desagracia- a causa del alcohol y las drogas.

Y ésta columna va dedicada hoy a los caídos por negligencia criminal, como los dos chamacos que perdieron la vida en el aparatoso accidente del “Matus” el domingo antepasado.

A ellos ya no los podemos juzgar porque ya están mas allá del bien y del mal y juzgados por la justicia divina. Marlon Alexander tuvo una corta vida durante la cual sufrió y emocionalmente pasó carencias afectivas de esas que forman individuos con baja autoestima sin un proyecto de vida. No tenía motivación y esto aunado a las amistades inconvenientes lo llevó por caminos equivocados. Humilde no solo en su calidad económica, sino en su calidad humana, en pocas palabras un buen muchacho, de los muchos que dejamos perder.

El otro jovencito tenía otra categoría económica distinta, de familia de dinero, lo que no lo salvó de la desgracia. Una moraleja que nos recuerda que para la muerte todos somos de la misma calidad y en ambos casos espero en Dios que su muerte no sea en vano. Que en los jóvenes quede el recuerdo de quienes perdieron la vida en un acto de irresponsabilidad, en una noche loca, en un estúpido juego de ruleta rusa.

Que los amigos de ambos que estuvieron esa trágica fecha cercanos a la historia sientan el dolor de su ausencia y pongan sus barbas a remojar.

Cuando hablo de victimas de negligencia criminal, me refiero a la negligencia de las autoridades municipales, que saben perfectamente que los chavos (y chavas) se embrutecen hasta perder el control y que realizan “arrancones” en el boulevard Y LO PERMITEN, SE HACEN DE LA VISTA GORDA, NO PROCEDEN, NO LO PROHIBEN Y NO LO EVITAN.

Ahora - como es costumbre- hay cientos de versiones que circulan y que han generado aquellos que presenciaron los hechos y no se atreven a declarar públicamente lo sucedido.

Unos porque están involucrados y otros por cobardía. Pero lo cierto es que Marlon no sabia manejar, el no conducía ese auto. Lo cierto es que ambos eran chavos “ninis”, que ambos consumían enervantes y alcohol y que en ambos casos desertaron de la escuela sin que a nadie le importara un rábano. Lo cierto es que los padres de ambos fueron sorprendidos por el dolor de perder un hijo.

Los clubes automovilistas que estaban en el lugar de los hechos no quieren que se ahonde en el asunto. Sus miembros saben que realizan una actividad ILICITA que pone en riesgo a TODA la ciudadanía. El dinero ha circulado proveniente de diversos actores con fines que van desde desvirtuar el resultado de la necropsia, respecto a las sustancias encontradas en los cuerpos hasta evitar que los videos con que cuenta la policía sean revisados y pagar una nota donde se dice que el conductor del auto era Marlon.

Sin embargo existen los videos tomados de los celulares de quienes a bordo de una pic up iban siguiendo la carrera, desde luego arriesgando sus vidas, eufóricos y envalentonados por la velocidad, los enervantes y la aventura. Esos, no tardan en aparecer en youtube. Y los de varios taxistas que fueron testigos presenciales del accidente.

¿Y AHORA QUÉ?

Nada absolutamente cambiará la dolorosa historia de esa madrugada, hayan sido las tres ó las cinco de la mañana. Hayan o no tardado los cuerpos de rescate 30 minutos en llegar. Hayan o no agonizado los muchachos en el lugar de los hechos. Hayan o no muerto instantáneamente. Hayan o no estado rodeados de gente que presenció los preparativos de la carrera muchas horas antes de que se fraguara la lápida de estos jóvenes en el cementerio y no hicieron nada por impedirlo.

Ellos ya no están, pero si están cientos y cientos más de chamacos y chamacas que piden a gritos atención, disciplina, reglamentos, orientación, seguridad. Y por todos ellos exijo que las autoridades cumplan con su función ¡NO MAS ARRANCONES! ¡NO MAS LATAS Y CERVECENTROS CERCA DE LAS ESCUELAS! ¡AYUDENNOS A LOS PADRES, A LAS MADRES, A LAS FAMILIAS A PROTEGER A LOS JOVENES!