Muchas gracias a la Fundación Chiapaneca Colosio por la invitación a reflexionar con Ustedes en esta fecha relevante para los priistas. Saludo con aprecio a los dirigentes de nuestro partido en Chiapas. Diputadas y diputados. Compañeras y compañeros. Hoy, los priistas nos reunimos para celebrar que el pensamiento y el compromiso de Colosio estén vivos entre nosotros.
Nos reunimos para mantener presente que hace 18 años los mexicanos perdimos al político que logró que un espíritu de esperanza renovada recorriera todos los rincones del país, sobre todo los pueblos más necesitados y con sed de justicia de nuestra atribulada patria. Por ello, hoy es un buen día para pensar sobre las antípodas de esta fecha marcada por la desolación y la esperanza. Desolación, porque se perdió la oportunidad de reformar el poder como quería Colosio, para hacerlo más asequible y congruente para la mayoría de los mexicanos. Y de esperanza, porque no podemos desmayar en la lucha por los cambios que empeñó. Hace 18 años una mala noticia llenó de desaliento el corazón de millones de mexicanos y sacudió la conciencia de la nación entera. Este día -de entonces- uno de los políticos más queridos y emblemáticos del tiempo mexicano moderno perdió la vida, interrumpiéndose la cadena de transformaciones que anticipó. Sin embargo, el vacío que dejó Colosio lo llenaron miles de mexicanos que no cejan de luchar por el cambio que propuso: un cambio con rumbo, con responsabilidad y en paz. Como el que hoy propone Enrique Peña, sin aventuras políticas y sin saltos al vacío. Colosio asumió el compromiso de expresar su pensamiento. Vio lo que otros no observaron o quisieron ignorar. Señaló lo que muchos conocían, pero pocos se atrevían a mencionar. Siempre leal a sus convicciones, a su partido y a México. Por ello, en temporada de pragmatismo político y cambio de camisas y banderas, en miles de pueblos y ciudades de todo el país recordamos el ideario social de Colosio y su lucha cortada de tajo por la violencia que siempre es irracional y bruta. En las inmediaciones de un nuevo proceso electoral que será crucial para México y Chiapas, traigamos a la agenda el ideario de Colosio que buscó sentar las bases de una nueva relación entre el gobierno y los ciudadanos, así como desconcentrarlo para acabar con los abusos. Propuso luchar por la dignidad y la justicia de los indígenas; mejores incentivos para el campo para acabar con la marginación y sobre todo, terminar con la vergonzosa transmisión generacional de la pobreza. Propuso luchar por las mujeres y hombres sin empleo, sin salarios dignos. Por los jóvenes sin oportunidad de educación y trabajo y por las mujeres sin caminos de certidumbre. Su compromiso fue de lucha, de combate contra la desigualdad, la marginación y los privilegios. Por eso, se trata de recordar todo el tiempo y en todo lugar el pensamiento y la propuesta de Luis Donaldo, pero sobre todo de comprometernos con la visión de país que nos entregó como legado ideológico. La estafeta de Colosio incluye trabajar por un México más igualitario, con más justicia social y sin corrupción. Ante los nuevos desafíos del PRI, de Chiapas y de México, su pensamiento está vigente y su compromiso social cobra mayor fuerza cuando hacemos el recuento de los pendientes. En tiempos de nuevos retos y viejos desafíos, aquí está el PRI. Para estos momentos marcados por cambios vertiginosos, aquí está el PRI para contribuir con México. Hoy, cuando mucho ha cambiado en Chiapas para bien, aquí está el PRI para reconocerlo sin mezquindad, porque sabemos que al Chiapas de hoy han contribuido gobiernos de varios signos que también lo quieren grande. Pero también hoy, cuando constatamos oportunidades o faltantes: aquí está el PRI para reclamarlo y sumar su fuerza a la solución de las emergentes y de las antiguas carencias. Los priistas compartimos con todos los chiapanecos el mismo sentimiento de orgullo por la patria chica que hemos forjado con el esfuerzo de tantas generaciones y por lo que hemos aportado y seguimos aportando a la patria grande. Hace 18 años Colosio vio un México de comunidades indígenas que ya no podían esperar a las exigencias de dignidad y de progreso. Vio un México con hambre y sed de justicia. ¿Qué vemos ahora los mexicanos y los chiapanecos? A pesar de los notorios avances y logros claros en muchos aspectos, vemos falta de empleos y vemos pobreza. Vemos falta de caminos y hospitales. Vemos a hermanos emigrar en busca de sus sueños; mujeres que buscan oportunidades que no les pertenecen y luchan al lado de sus esposos e hijos para salir adelante. Vemos en México y en Chiapas a miles de agricultores que no tienen acceso a la canasta básica y que todos padecemos el agotamiento de los recursos naturales, la degradación ambiental y que falta mucho por hacer en materia de nuevos espacios y buenos servicios públicos. Pero los chiapanecos, mujeres y hombres de mar y de montaña. De los valles, de la meseta y de los altos; del trópico y los bosques; del sol, del viento y de la neblina, somos perseverantes si de luchar se trata. Pero sobre todo, somos mujeres y hombres de trabajo, de sueños, realizaciones y esperanzas por un futuro mejor. Como el que pensó Colosio: con respuestas y soluciones. Retomemos su compromiso con los chiapanecos que no han dicho su verdad, que tienen una voz que trasmitir o una palabra que expresar. Amigas y amigos: En las inmediaciones de un nuevo proceso electoral que será crucial para México y Chiapas, traigamos a nuestra agenda el ideario de Colosio y trabajemos duro porque no existen triunfos anticipados. Es el momento de preguntarnos ¿para qué queremos los priistas retornar al gobierno? No hay duda que se trata de contribuir con la construcción de la nación, de comprometernos. Pero sobre todo, de cumplirle a la gente que quiere renovar sus votos de confianza con el partido histórico de México porque saben que en la construcción del Estado moderno que hoy vivimos está la esencia del Partido Revolucionario Institucional, Hagamos política para dar paso a una alianza ganadora que asegure el retorno del PRI al gobierno, pero también hagámonos cargo que los principios de nuestro partido y los compromisos de Colosio sean lanza, escudo y propuesta en esta contienda. Con la mente abierta saludemos a Manuel Velasco y a las fuerzas políticas con quienes aliados lograremos el triunfo. Pero trabajemos para que los compromisos comunes y los de nuestro partido se conviertan en acciones de gobierno con beneficios claros para todos los chiapanecos. Construyamos mayorías desde los partidos para ganar elecciones y formar Gobierno y después, construyamos mayorías en los Congresos para que gane México. Preservemos la pluralidad y la tolerancia dentro de nuestro partido porque una de nuestras mayores riquezas consiste en la convivencia de los distintos para construir juntos las mejores soluciones a favor de la sociedad. Cuando estamos al inicio de una nueva contienda electoral, levantemos las banderas de Colosio teniendo presente que la justicia por la que luchó es asignatura pendiente y no ha sido otorgada a muchos mexicanos. Como recomendó: seamos autocríticos y sobre todo, hagamos un compromiso claro con la educación, con las mujeres y los hombres de trabajo y esfuerzo; con los jóvenes y las oportunidades que merecen. Rescatemos nuestra capacidad de cambiar para mejorar y servir así mejor a México y a Chiapas. Hoy, en Chiapas y en todo México, hay una generación de jóvenes que votará por primera vez el próximo primero de julio. Hoy, quienes nacieron en 1994, año de la ausencia de Luis Donaldo Colosio, tienen 18 años. Son la generación de los ideales de Colosio. Son quienes están llamados a convertir en realidad las exigencias que Luis Donaldo expuso aquel año. Con esos postulados y sueños, en Chiapas vamos por más. Que nadie, ni mucho menos nuestros hijos, vean más a un México agraviado. En el PRI creemos y estamos convencidos que un México más justo y próspero es posible. Luchar por él es nuestra mejor manera de homenajear al mexicano que hoy recordamos y por el que día a día, y en su honor, tenemos la responsabilidad de construir el país que imaginó. Muchas gracias. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 23 de marzo de 2012. ###
Nos reunimos para mantener presente que hace 18 años los mexicanos perdimos al político que logró que un espíritu de esperanza renovada recorriera todos los rincones del país, sobre todo los pueblos más necesitados y con sed de justicia de nuestra atribulada patria. Por ello, hoy es un buen día para pensar sobre las antípodas de esta fecha marcada por la desolación y la esperanza. Desolación, porque se perdió la oportunidad de reformar el poder como quería Colosio, para hacerlo más asequible y congruente para la mayoría de los mexicanos. Y de esperanza, porque no podemos desmayar en la lucha por los cambios que empeñó. Hace 18 años una mala noticia llenó de desaliento el corazón de millones de mexicanos y sacudió la conciencia de la nación entera. Este día -de entonces- uno de los políticos más queridos y emblemáticos del tiempo mexicano moderno perdió la vida, interrumpiéndose la cadena de transformaciones que anticipó. Sin embargo, el vacío que dejó Colosio lo llenaron miles de mexicanos que no cejan de luchar por el cambio que propuso: un cambio con rumbo, con responsabilidad y en paz. Como el que hoy propone Enrique Peña, sin aventuras políticas y sin saltos al vacío. Colosio asumió el compromiso de expresar su pensamiento. Vio lo que otros no observaron o quisieron ignorar. Señaló lo que muchos conocían, pero pocos se atrevían a mencionar. Siempre leal a sus convicciones, a su partido y a México. Por ello, en temporada de pragmatismo político y cambio de camisas y banderas, en miles de pueblos y ciudades de todo el país recordamos el ideario social de Colosio y su lucha cortada de tajo por la violencia que siempre es irracional y bruta. En las inmediaciones de un nuevo proceso electoral que será crucial para México y Chiapas, traigamos a la agenda el ideario de Colosio que buscó sentar las bases de una nueva relación entre el gobierno y los ciudadanos, así como desconcentrarlo para acabar con los abusos. Propuso luchar por la dignidad y la justicia de los indígenas; mejores incentivos para el campo para acabar con la marginación y sobre todo, terminar con la vergonzosa transmisión generacional de la pobreza. Propuso luchar por las mujeres y hombres sin empleo, sin salarios dignos. Por los jóvenes sin oportunidad de educación y trabajo y por las mujeres sin caminos de certidumbre. Su compromiso fue de lucha, de combate contra la desigualdad, la marginación y los privilegios. Por eso, se trata de recordar todo el tiempo y en todo lugar el pensamiento y la propuesta de Luis Donaldo, pero sobre todo de comprometernos con la visión de país que nos entregó como legado ideológico. La estafeta de Colosio incluye trabajar por un México más igualitario, con más justicia social y sin corrupción. Ante los nuevos desafíos del PRI, de Chiapas y de México, su pensamiento está vigente y su compromiso social cobra mayor fuerza cuando hacemos el recuento de los pendientes. En tiempos de nuevos retos y viejos desafíos, aquí está el PRI. Para estos momentos marcados por cambios vertiginosos, aquí está el PRI para contribuir con México. Hoy, cuando mucho ha cambiado en Chiapas para bien, aquí está el PRI para reconocerlo sin mezquindad, porque sabemos que al Chiapas de hoy han contribuido gobiernos de varios signos que también lo quieren grande. Pero también hoy, cuando constatamos oportunidades o faltantes: aquí está el PRI para reclamarlo y sumar su fuerza a la solución de las emergentes y de las antiguas carencias. Los priistas compartimos con todos los chiapanecos el mismo sentimiento de orgullo por la patria chica que hemos forjado con el esfuerzo de tantas generaciones y por lo que hemos aportado y seguimos aportando a la patria grande. Hace 18 años Colosio vio un México de comunidades indígenas que ya no podían esperar a las exigencias de dignidad y de progreso. Vio un México con hambre y sed de justicia. ¿Qué vemos ahora los mexicanos y los chiapanecos? A pesar de los notorios avances y logros claros en muchos aspectos, vemos falta de empleos y vemos pobreza. Vemos falta de caminos y hospitales. Vemos a hermanos emigrar en busca de sus sueños; mujeres que buscan oportunidades que no les pertenecen y luchan al lado de sus esposos e hijos para salir adelante. Vemos en México y en Chiapas a miles de agricultores que no tienen acceso a la canasta básica y que todos padecemos el agotamiento de los recursos naturales, la degradación ambiental y que falta mucho por hacer en materia de nuevos espacios y buenos servicios públicos. Pero los chiapanecos, mujeres y hombres de mar y de montaña. De los valles, de la meseta y de los altos; del trópico y los bosques; del sol, del viento y de la neblina, somos perseverantes si de luchar se trata. Pero sobre todo, somos mujeres y hombres de trabajo, de sueños, realizaciones y esperanzas por un futuro mejor. Como el que pensó Colosio: con respuestas y soluciones. Retomemos su compromiso con los chiapanecos que no han dicho su verdad, que tienen una voz que trasmitir o una palabra que expresar. Amigas y amigos: En las inmediaciones de un nuevo proceso electoral que será crucial para México y Chiapas, traigamos a nuestra agenda el ideario de Colosio y trabajemos duro porque no existen triunfos anticipados. Es el momento de preguntarnos ¿para qué queremos los priistas retornar al gobierno? No hay duda que se trata de contribuir con la construcción de la nación, de comprometernos. Pero sobre todo, de cumplirle a la gente que quiere renovar sus votos de confianza con el partido histórico de México porque saben que en la construcción del Estado moderno que hoy vivimos está la esencia del Partido Revolucionario Institucional, Hagamos política para dar paso a una alianza ganadora que asegure el retorno del PRI al gobierno, pero también hagámonos cargo que los principios de nuestro partido y los compromisos de Colosio sean lanza, escudo y propuesta en esta contienda. Con la mente abierta saludemos a Manuel Velasco y a las fuerzas políticas con quienes aliados lograremos el triunfo. Pero trabajemos para que los compromisos comunes y los de nuestro partido se conviertan en acciones de gobierno con beneficios claros para todos los chiapanecos. Construyamos mayorías desde los partidos para ganar elecciones y formar Gobierno y después, construyamos mayorías en los Congresos para que gane México. Preservemos la pluralidad y la tolerancia dentro de nuestro partido porque una de nuestras mayores riquezas consiste en la convivencia de los distintos para construir juntos las mejores soluciones a favor de la sociedad. Cuando estamos al inicio de una nueva contienda electoral, levantemos las banderas de Colosio teniendo presente que la justicia por la que luchó es asignatura pendiente y no ha sido otorgada a muchos mexicanos. Como recomendó: seamos autocríticos y sobre todo, hagamos un compromiso claro con la educación, con las mujeres y los hombres de trabajo y esfuerzo; con los jóvenes y las oportunidades que merecen. Rescatemos nuestra capacidad de cambiar para mejorar y servir así mejor a México y a Chiapas. Hoy, en Chiapas y en todo México, hay una generación de jóvenes que votará por primera vez el próximo primero de julio. Hoy, quienes nacieron en 1994, año de la ausencia de Luis Donaldo Colosio, tienen 18 años. Son la generación de los ideales de Colosio. Son quienes están llamados a convertir en realidad las exigencias que Luis Donaldo expuso aquel año. Con esos postulados y sueños, en Chiapas vamos por más. Que nadie, ni mucho menos nuestros hijos, vean más a un México agraviado. En el PRI creemos y estamos convencidos que un México más justo y próspero es posible. Luchar por él es nuestra mejor manera de homenajear al mexicano que hoy recordamos y por el que día a día, y en su honor, tenemos la responsabilidad de construir el país que imaginó. Muchas gracias. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 23 de marzo de 2012. ###