11 enero, 2014

Desbocados y como Chivos en Cristalería

Uno de los ingredientes novedosos que deberían considerar aspirantes a candidatos para el relevo de autoridades locales y diputados del Congreso en el 2015, es precisamente las reformas que en materia electoral aprobaron los diputados federales y senadores de la República, algunos apartados de esta reforma promete disminuir la discrecionalidad de propaganda, la revisión y sanción de campañas disfrazadas y adelantadas, la indagación más profunda en la auditoría política y partidista observando y revisando el control de gastos de los suspirantes para evitar así, que clientelismo electoral siga favoreciendo a los que se exceden en dispendios por sus anhelos de poder.
El gran desafío del 2015 será para el Instituto Federal Electoral IFE o en su caso el Instituto Nacional de Elecciones INE, asegurar la legalidad, la transparencia y el equilibrio equitativo en la competencia. Al menos esos fueron los principales argumentos prometidos en la propuesta de reforma para que los diputados lograran un punto de acuerdo y de esta forma aprobaran los cambios a la Constitución. Sin embargo vemos con tristeza y extrañeza que muchos de los que se rasgaron las vestiduras por reformar los artículos en materia electoral lo hicieron de dientes para afuera porque en sus respectivos distritos y zonas de influencia andan desbocados y como chivos en cristalería, haciendo todo lo contrario de lo que según ellos graduaron con honores en el “respetable trabajo legislativo”, a leguas se distingue que aprovechando el cargo hay legisladores en función que buscan brincar de un puesto a otro colgándose del trapecio laboral, sin embargo esos diputados y senadores “que no calientan entusiasmo ni en temporada de frío ” aún tienen la oportunidad de ver hacía sus adentros, autoanalizar su propia conducta, reflexionar si su actitud contribuye a convencer a los Mexicanos que valió la pena los esfuerzos legislativos para reformar artículos en materia electoral, o si de plano en la alucinación de las calenturas adelantadas le apuestan a promover la desilusión y la desconfianza de lo que ellos mismos juraron “consagrar” en el Congreso de la Unión