Bastante preocupante resulta un informe enviado desde Alemania que revela un ingreso de casi diez mil fusiles del tipo G36 en término de ocho años y que fueron a parar a los estados de Chiapas, Guerrero, Jalisco y Chihuahua, según la empresa Heckler & Koch, fabricante alemán de armamento, envió miles de armas ilegalmente a estos destinos, eso determinó una investigación de las autoridades aduaneras de la ciudad alemana de Colonia y que dejan en evidencia que en México no hay control de armas de guerra y por eso en la actualidad cualquier hijo de vecino cuenta con una de ellas en su casa. El fusil G36 dispara el cartucho estándar 5,56 x 45 OTAN con una cadencia máxima de 750 disparos por minuto, puede disparar además en modo semiautomático o en ráfagas, para lo cual cuenta con una palanca selectora sobre el disparador. El mecanismo de disparo está operado por gas con una cabeza de cerrojo rotativa, en vez del sistema de rodillos retardados (acerrojamiento semirrígido) usados previamente por HK en el HK G3. Este fusil usa un sistema de pistón de gas de recorrido corto, que mantiene el cajón de mecanismos muy limpio y libre de encasquillamientos, consiguiendo un fusil capaz de disparar decenas de miles de cartuchos sin limpiarlo. UNA MARAVILLA que ha acabado con la vida de quien sabe cuántos cristianos mexicanos, lo peor del caso es que ninguna arma de este tipo se han reportado durante los canjes de armas que ha establecido el Ejército Méxicano lo cual quiere decir que siguen por ahí esperando la ocasión para ser usada, si no es que les siguen dando uso diario.
Fuente consultada
