07 abril, 2014

Semana Santa en yayagüita

Leopoldo Borrás
semana santa
en yayagüita




movimiento cultural «cosmos xxi»
ediciones marginales          méxico,d.f. 2014





 
                                Portada:




 Cristo en la cruz



Dejando que la muchedumbre tomara la decisión de si Jesús debía o no morir en la cruz, Poncio Pilatos le condenó a muerte,  obligándole a cargar la cruz hasta la colina del Gólgota donde fue crucificado.
En 1620, Rubens pintó su obra “Cristo en la cruz”
                                                           situándole entre dos ladrones.

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    1ª. edición: semana santa del año 2007.
   2a. edición (digital): semana santa del año 2013
   3a. edición (digital): semana santa del año 2014
               
                                                                           
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                                                    ediciones marginales 
                                                             méxico,d.f. 2013

                                                                                                                        
                                                                                                                                                                                              



                                                         prólogo


En yayagüita  la semana  santa  es una fiesta, la feria anual  que se celebra debajo de una gigantesca y vieja ceiba o pochota en medio de mis amados ríos, uno de agua caliente y otro de agua fría que, unidos, van conformando el poderoso  afluente  del río grijalva o grande del estado de Chiapas en el sureste mexicano y los cuales tras una  brillante serpentina de espejos  pasan bramando por un subterráneo hasta llegar al golfo de méxico donde se convierten en mar para iluminar todo el universo
algún día regresaré aunque  sea reencarnado en filín (diminuto  pez bagre o pez gato del río caliente) o en macabín  (pez carnívoro del río frío) o quizá como una voz implacable exigiendo justicia para mi pueblo
solamente se guarda el día viernes santo, más que como devoción como tregua para  seguir  las grandes  celebraciones  llenas de aguardiente o trago y de baile popular con marimba
la estructura como soneto del poema religioso “A Cristo Crucificado” de autor anónimo me pareció siempre inalcanzable  tanto como lo fue para  el poeta mexicano tan místico que fue Amado Nervo después de leer  “Imitación de Cristo” cuando declaró su impotencia para imitar a Jesús y escribió al autor de esa obra maestra, el culto sacerdote español Fray Kempis: “Ha mucho tiempo que vivo enfermo…ha mucho tiempo que vivo triste…y es por el libro que tú escribiste”
acerca del soneto al cual rendimos homenaje y que aparece  en la página 3 en esta obra marginal, la enciclopedia Encarta dice lo siguiente
“A Cristo crucificado”, soneto anónimo, también conocido como No  me mueve,  mi  Dios,  para  quererte”, el  más difundido  de los sonetos religiosos escritos en español y que para  el crítico Marcel Bataillon  es “el más ilustre soneto de la literatura española”
«Apareció por primera vez en la Vida del espíritu para saber tener oración con Dios de Antonio de Rojas, en 1628, y más tarde  el predicador  mexicano   Miguel  de  Guevara  lo  incluyó  en  Arte doctrinal y modo general para aprender la lengua matlazinga (1638)
“Aunque  es anónimo,  desde su aparición críticos eruditos  han atribuido esta composición a san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús, Pedro Reyes, Lope de Vega, fray Miguel de Guevara y tantos otros, pero nadie ha aportado pruebas concluyentes. Incluso se discute la época de redacción y su origen: italiano, latino, francés, portugués.  El carácter y contenido de este soneto es místico y en él se expresa  con gran  intensidad el amor  a Cristo crucificado”
                                                                                                                   1



en tal sentido, la misma fuente define el nombre  de «Cristo» que se dio a Jesús   de Nazareth y  con el cual se conoce a quien encabezó ese gran movimiento social y religioso que hasta la fecha inspira a movimientos sociales que luchan contra la pobreza, contra   la  injusticia   social,  contra   el  neoliberalismo, contra   los pueblos  oprimidos  y saqueados  pero  también  contra  el culto  al dinero, al poder, la farsa, la corrupción, la mentira y la traición
Jesús de Nazaret fue conocido con diversos sobrenombres como el de   “Nazareno” (por el lugar donde se ubica su nacimiento), pero el de Cristo fue una de las muchas traducciones que se hicieron del  verbo hebreo como se dice en la enciclopedia citada aquí y que  dice al respecto
Cristo, término griego empleado en la versión helena del Antiguo  Testamento  para  traducir diferentes  formas  del   verbo hebreo mashaj, ‘ungir (más frecuente en su forma nominal mashiaj, ‘el ungido’, de donde proviene la palabra ‘mesías’). La concepción hebrea  del ungido o entronizado proviene de una antigua  creencia mágica que establece que untar a una persona u olear un objeto con aceite otorga cualidades extraordinarias, incluso sobrenaturales
“En el Israel de la antigüedad, la costumbre  de ungir a una persona otorgaba la potestad para ejercer algún cargo importante. El término Cristo no sólo se utilizaba  con los sacerdotes (Leví. 4,3) que eran mediadores entre Dios y la humanidad, sino también  con los reyes teocráticos (1 Sam. 2,10) que eran representantes de Dios y adquirían de esa forma dignidad  sacerdotal. Más tarde  se aplicó a los profetas (1 Re. 19,16) e incluso se vinculó con los patriarcas (Sal.105,15)
“Sin embargo, en la evolución del concepto mesiánico, el uso del término  se restringió al redentor y restaurador de la nación judía (Sal. 2,2)
«En el Nuevo Testamento, la palabra Cristo se utiliza como nombr común  y  como  nombr propio.  En  ambas  acepciones aparece  con o sin artículo  definido, en solitario o asociada a otros términos  o nombres.  Cuando  se usa y, muchas  veces, en los otros casos, designa a Jesús de Nazaret, el esperado mesías de los judios”
           en esta edición marginal se rinde homenaje a la perfección poética del soneto (que siempre ha sido un reto en la creación poética) con la reproducción en la página siguiente del soneto religioso más famoso escrito en lengua española con su puntuación original y letras altas y bajas

                                                                                                         2

A Cristo crucificado
(Autor anónimo)

No me mueve, mi Dios, para  quererte,
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para  dejar por eso de ofenderte.

me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor  , y en tal manera,
que aunque  no hubiera cielo te amara
y aunque  no hubiera infierno te temiera.

No tienes que me dar porque  te quiera;
pues aunque  cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.




                                                                                                                   
                                                                                                                   3
                               un poema de leopoldo borrás:
        semana santa en  yayagüita

primera parte
el dios que no sabía ser dios

lleno de miedo lloré muchas veces
con solo ver su doliente rostro
la sangre escurriendo en su frente
el soldado romano impío
con su lanza hiriente
acelerando la muerte del ungido
horadando aquel cuerpo desnudo
coronado burlonamente de espinas
esquelético
con negras barbas
de sudor sanguinolento empapadas
en la cruz manos y pies perforados
el rictus de dolor en sus resecos labios
me daba miedo y lloraba

mi madre  me decía
“no seas bobo, es tata dios”
y lloraba  más por aquel dios
que no sabía ser dios
por el gran poder de dios
el suplicio mortal
que ni la catalepsia del mago del circo
cuando llegaba al pueblo cada año
podía evitar
                                                         4



segunda parte
un niño flaco y entelerido como dios


¡no sean malos!
suelten a tata dios
que lo cure mi madre
que le ponga tepezcohuite
compresas  de malva
y que llorando  le diga
como me dice a
cuando tengo fiebre
“no llos cositía
te vas a poner bien”
“ya pasó”  
“ya pasó cositía”

pero nadie me hacía caso
y me daba rabia  por ser un niño
flaco y entelerido como dios
                     sin fuerzas para  bajarlo de la cruz

“calláte
estamos en la iglesia
y ya va a hablar el padre  nati”
decía mi madre
jalándome las orejas



                                                                                  
                                                                                         5



tercera parte
semana de duelo o fiesta pagana


al salir del templo
la feria en su apogeo
revueltos sonidos de  altavoces
música ranchera
confesiones macabras
de la mujer araña
por desobedecer a su madre
el mago del circo enterrado vivo
la rueda  de la fortuna
el chingolingo en paño verde
y dados cargados de ocho caras
con mágicas figuras de la lotería
la muerte
el diablo
la escalera para  bajar al averno
y escupir las calaveras
el borracho sin camino
el valiente retando su destino
los caballitos polícromos
cabalgando en infinitos rculos
tiendas de dulces encurtidos
con sabor a mosca
caramelos de miel   virgen
la dulce y mágica taberna
que adormece el cuerpo
pero no la mente
                                                                                          6                                                      





rústicos juguetes de madera
palomas de latón agitando  sus alas
ante el loco regocijo
de mi primer  trepatemico
niñas bonitas con vestido largo
hurañas
lame que lame su paleta de hielo

todos estrenando ropa
para el bailongo de la noche
y el loco del pueblo en plena feria
travieso sátiro
gozando
enseñaba su pene a las señoras














                                                                                            7





cuarta parte
nada para la aflixión del alma


la semana santa entre dos ríos
era fiesta pagana y quien trabajara
se convertía en pez con dos colas
y lo decían las beatas
se acababa y se acababa el trago
cuando llegaban los entierros
de los bravucones muertos  a balazos
o entre las chispas de los machetes
porque una feria sin sangre
no era feria
y el sábado de gloria no bastaba

el domingo era para bañarse desnudos
en la junta donde los ríos se hacían uno
donde poco a poco la euforia
se diluía en la cohabitación transparente de los ríos
que arrastraban los dimes y diretes

otra vez la aparente calma diaria
y las noches de sufrimiento
fiebres intermitentes
curanderas
remedios caseros
pero nada para el flato
la eterna aflixión del alma


                                                                                                                                           8



quinta y última parte
¿hay que ser dios para aguantar tanta ignominia?




la imagen del crucificado
de sus heridas
de su sed infinita
de su piel morateada a latigazos
y de la divina madre dolorosa
viendo a su agonizante hijo
llorando a gritos desgarrados
amorosa como la mía

otra vez las calladas noches
el persistente insomnio
las mismas visiones fantasmales
y una sola pregunta
ante el horror de las alucinaciones
que no se iban con la feria
¿hay que ser dios
para aguantar
dolores y escarnios tantos?












                                                                                                                                                   9
                                                                                                                                               






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