La presencia del Secretario de Gobierno Eduardo Ramírez Aguilar en los
reflectores estatales gubernamentales y políticos ha ido subiendo de volumen, lo mismo se le ve
pasando lista de presente en los informes de los gobiernos municipales que
reuniéndose con el presidente de la bancada priísta de los diputados federales;
igualmente “operando” en asuntos
políticos y sociales de altos vuelos para restablecer la tranquilidad en
municipios como Carranza donde hace a penas unos días comenzó el regreso de
desplazados, del mismo modo coordina con otros Secretarios de Estado, dentro de
ellos Juan Carlos Gómez Aranda y
diputados federales para entregar apoyos a productores de café, en fin, alguna
ocasión consideré a Eduardo Ramírez Aguilar como un político que camina, que no se queda quieto, que vive y se
apasiona por el servicio público y por supuesto por la política y todo lo que
se mueve alrededor de ésta, algunos comienzan a señalarlo como el poder tras el
trono, otros más como el delfín de la sucesión sexenal; lo cierto es que el ex alcalde comiteco con su intensa chamba va
despertando inquietudes políticas en todos los sectores de la sociedad
chiapaneca. Ni queriendo se puede perder de vista